Función
del Cerebro en el Aprendizaje: el
procesamiento de la información,
sigue tres pasos. En primera instancia nuestro
cerebro recibe información desde los cinco sentidos a través de los nervios
craneales y de la
médula espinal, información
que termina llegando a distintas
partes de la corteza cerebral. En
un segundo paso la información
recibida se procesa en la corteza
cerebral, construyéndose en zonas diversas representaciones elaboradas
de acuerdo con el tipo de información. La información visual se procesa en las zonas occipitales
o posteriores de ambos hemisferios. La
información auditiva se procesa en las
zonas temporales, la olfativa en las
zonas orbito frontales (próximas a
los ojos), la gustativa en las zonas
parietales y, finalmente, la información
relativa al tacto, la presión, la temperatura y el dolor de las diferentes partes del cuerpo se procesa en las cortezas somato sensoriales, a ambos lados de la cabeza al inicio de la zona parietal (arriba y
delante de las orejas). En un tercer paso nuestro cerebro
puede ordenar respuestas, lo cual se
inicia en las zonas frontales. Estas
zonas, en general, se distribuyen
desde las cisuras de Rolando (mitad
de la cabeza) hacia delante en un
orden creciente de mayor complejidad de
la respuesta, empezando por simples movimientos
corporales, siguiendo por la
planificación de acciones y terminando con
la atención y el razonamiento. De
tal manera, que las zonas más avanzadas de
los lóbulos frontales constituyen la parte
más humana de nuestro cerebro.
- Las emociones matizan el funcionamiento del cerebro: los estímulos emocionales interactúan con las habilidades cognitivas. Los estados de ánimo, los sentimientos y las emociones pueden afectar la capacidad de razonamiento, la toma de decisiones, la memoria, la actitud y la disposición para el aprender. Un educador emocionalmente inteligente y un clima favorable en el aula son factores esenciales para el aprendizaje.
- El cerebro necesita del cuerpo así como el cuerpo necesita del cerebro. Ambos aprenden de forma integrada. El movimiento, la exploración por medio de los órganos sensoriales, la expresión corporal, las experiencias directas y concretas estimulan el desarrollo de los sistemas sensoriales, de los sistemas motores y de diferentes regiones en el cerebro. Los ejercicios y el movimiento permiten mayor oxigenación del cerebro, mejoran habilidades cognitivas, estimulan capacidades mentales, sociales y emocionales.
- El cerebro aprende con diferentes estilos. El cerebro tiene la capacidad de aprender a través de diferentes estilos, por lo tanto proporciona al educador un abanico de ideas y alternativas para proponer un aprendizaje, facilitando el desarrollo de todas las habilidades de pensamiento de los alumnos. Debe tener en cuenta también que no solo aprende de manera visual, auditiva, lingüística y lógica, sino que tiene la capacidad de aprender de manera reflexiva, impulsiva, analítica, global, conceptual, perceptiva, motora, emocional, intrapersonal e interpersonal.
- El desarrollo del cerebro está bajo influencias genéticas y ambientales. El entorno adecuado y enriquecido despierta al cerebro para el aprendizaje y lo desarrolla. Hay varios factores que ejercen influencia en el cerebro y por ende en el aprendizaje: el factor nutricional, factores de índole genética, el entorno socioeconómico y cultural, el ambiente emocional familiar del alumno, lesiones cerebrales, aprendizajes previos consolidados, entre otros.
- El sueño es esencial para el aprendizaje. Las investigaciones relacionadas a los periodos de sueño y vigilia están demostrando la enorme importancia que tiene el sueño para el buen funcionamiento del cerebro. Tiene funciones adaptativas, pues ayuda al organismo a adaptarse al entorno, a descansar y a recuperarse fisiológicamente. La falta de sueño puede disminuir los sistemas atencionales, las destrezas motoras, la motivación, las habilidades del pensamiento, la memoria, la capacidad de planificación y ejecución. Una de las causales más frecuentes de alteración en el comportamiento del alumno radica en la sobreexcitación de su sistema nervioso, que necesita del sueño y descanso para “recuperar la energía”.
- El proceso de desarrollo cerebral es gradual y por ello las propuestas de aprendizaje deben ir de lo más simple y concreto a lo más abstracto y complejo. En los niños más pequeños, las zonas subcorticales del sistema nervioso central ejercen una poderosa influencia en su forma de aprender, de comportarse, de comunicarse, de sentir las emociones vinculadas a los acontecimientos y de pensar.
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